Mucho se habla acerca de la impresión 3D, pero si hay algo que me sorprende de ese tipo de técnicas es la posibilidad de dar forma al micromundo a voluntad, algo que puede considerarse a medio camino entre la creación de factorías nanotecnológicas y el arte.
Por ejemplo, he aquí algunas de las muestras creadas dentro del proyecto PhoCam por un equipo de la Universidad Tecnológica de Viena. El bólido que aparece en la imagen tiene alrededor de 285 micras (µm) de longitud y la distancia entre torres del micropuente de Londres que se muestra más abajo es de apenas 90 µm.
No son juguetes, son muestras de toda una nueva tecnología que está naciendo y que promete revolucionar la ingeniería, la industria y la medicina.
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