La frase "del amor al odio hay sólo un paso" cuenta con una base científica, fruto de una serie de estudios neurológicos que se han ido llevando a cabo en la última década y que han demostrado que hay zonas del cerebro que se activan tanto si la persona experimenta sentimientos de amor como de odio.
En concreto, la zona cerebral denominada ínsula, relacionada con las emociones primarias, permanece en activo al amar y al odiar.
Todo sucede en la ínsula , región que controla las emociones primarias
|
Del mismo modo, 'perder la cabeza' por amor tendría su justificación científica, ya que hay determinadas zonas del cerebro que se desactivan cuando una persona demuestra su cariño a otra, y están relacionadas con aquellas áreas donde se producen los juicios sociales y morales y el razonamiento.
Hay zonas del cerebro que se activan con el cariño y el odio.Estas investigaciones han sido posibles gracias a la utilización de técnicas de neuroimagen que escanean el cerebro, lo que indican en qué zonas se está dando actividad y en cuáles no y "nos explican cuándo pasan cosas en nuestro cerebro".
Siguiendo con las emociones primarias, otras investigaciones han decidido centrarse en el miedo, y se han obtenido resultados que indican que el cerebro de una persona reacciona cuando ve una expresión de miedo en la cara de otra persona, algo que se produce en muchas ocasiones de forma subconsciente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario